martes, 27 de septiembre de 2011

Don Juan de Marco

¿Habéis amado a alguna mujer hasta conseguir que rezumara leche como si acabara de dar a luz al mismo amor y tuviera que alimentarse o reventar?. ¿Habéis saboreado alguna vez a una mujer hasta hacerle creer que podía quedar satisfecha sólo consumiendo la lengua que la había devorado?. ¿Alguna vez habéis amado a una mujer de modo tal que el sonido de vuestra voz en su oído provocara en su cuerpo un escalofrío y una explosión de placer de tal intensidad que sólo el llanto pudiese aliviarla?

Seducción, sensualidad y pasión en estado puro. Uno de los mejores papeles, que a mi juicio, Johnny Depp ha interpretado. Ese toque de oscuridad que e cierne sobre él, esa sutileza al actuar y esa voz tan endemoniadamente sexy, hacen que mis piernas, y la de muchas de ustedes tiemblen.
Que descaro y sin embargo que atracción tienen sus palabras. Cualquier mujer caería rendida con oír todo lo que este hombre dice durante la película.
Toda esa seguridad en sí mismo, sabiendo de qué manera podría complacer a una mujer, y cómo desearíamos que nos complaciesen así.

Toda mujer es un misterio por resolver, pero ninguna mujer le oculta nada a un amor verdadero. El color de su piel nos indica como debemos proceder, si posee el tono de una rosa en primavera, suave y pálida, hay que acariciarla para que abra sus pétalos con el ardor del sol. Y la piel pálida y pecosa de una pelirroja, evoca la lujuria de una ola que rompe en la playa. Removiendo lo que yace debajo y haciendo emerger el espumoso deleite del amor. Aunque ninguna metáfora describe con justicia el hecho de hacer el amor con una mujer la analogía más próxima sería la de tocar un instrumento musical poco común. Me pregunto si un violín estradivariuos siente el arrebato del violinista cuando éste extrae una sola nota perfecta de su corazón.

Sé que hay mujeres que conocen el arte de la seducción, sé también que cuando saben que tienen ese poder son implacables, mucho más que los hombres. Pero hasta la mujer más experimentada, con el ego por las nubes y sabiendo que el mundo masculino lo tiene bajo sus pies, caería rendida y suplicante ante las mañas de un hombre así. Sé que es una película, que son fantasías y un guión muy elaborado, pero también sé que todas, o casi todas las mujeres que puebla la tierra buscan esa pasión cegadora y arrebatadora que pude traer consigo el mejor de los romances.

Hombres del mundo, os reto a ver si sois capaces de aprender el arte de la seducción, os reto a que seáis capaces de hacernos humedecer con solo palabras, os reto a que nos améis con lujuria y sutileza, con dureza y sensibilidad, con el corazón y vuestro miembro. Demuestren lo que desean y ámennos en la cama.

Abrazos y besos apasionados de esta pecadora. Atalaya.

1 comentarios:

Ares dijo...

Hace ya mucho que acepté y superé ese reto que propones. Dulces sueños pecadoras.

 
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