miércoles, 28 de septiembre de 2011

Soñar despierta.

Entras en clase, te sientas en tu pupitre y piensas "Otro día más, otro día menos". Con desgana, sacas los libros necesarios para la clase. El profesor aun no ha llegado, estás sola en el aula y de repente sientes una presencia más contigo; te giras curiosa a hacía la puerta y le ves mirándote. No sabes nada, de él, solo su nombre y que se sienta varias mesas atrás. Su mirada es penetrante, sus oscuros te recorren de arriba abajo desde su sitio. Notas como te observa expectante mientras por tu cuerpo te recorre un escalofrió. "¿Que le pasa a ese tío? No deja de mirarme..." piensas mientras él te mira de reojo. Tu cuerpo está percibiendo la conexión que existe con el suyo y sin poder remediarlo te giras y le mantienes la mirada. Él no se acobarda y te sonríe maliciosamente mientras tú te sonrojas levemente por el calor que comienza a recorrerte.


- ¿Puedo ayudarte en algo? - Él niega con la cabeza.

Entonces la gente comienza a entrar. Tu compañera de asiento, te nota extraña pero por no entrometerse en tus asuntos se sienta junto a ti y se abstiene de preguntar. Comenzáis una superficial conversación cuando notas de nueva ese cosquilleo y esa tensión que hacía unos minutos habías sentido ha aumentado lo máximo posible.
Por instinto basico le buscas en su mesa, pero para tu sorpresa ¡no está! Oyes una risa a tu espalda que te hace dar un salto. "Se ha sentado detrás mía" Dudas, alegría, curiosidad, angustia... todas esas sensaciones te invaden el cuerpo y la mente. "¿Qué quieres de mí?" Es lo único en lo que puedes pensar y como si él pudiera haberte escuchado, se acerca a tu oído por tu espalda, y con voz ronca y sensual te susurra "Te deseo".

0 comentarios:

 
¿En tu casa o en la mía? © 2008 Template by Exotic Mommie Illustration by Dapina